Todo Vuelve, ¿o no?
Cuando hagas las cosas mal, no te preocupes, que volverán…
El karma, dios, ying yang, acción reacción, llamalo como quieras.
Lo que hacés tiene un resultado, si das amor, el amor vuelve; si te comportás mal también vuelve.
Sí, todo vuelve.
Y cuando vuelva tenés dos opciones: hacerte un poco más insensible, y seguir actuando desde la inconsciencia.
O sensibilizarte, arrepentirte, perdonarTE, volverte más consciente, crecer y seguir adelante aceptando la responsabilidad de tus errores.
¿Por qué lastimamos a una persona que queremos?
¿Qué nos hace ser tan cobardes para no afrontar los problemas cuando son pequeños y dejarlos crecer hasta el punto de la explosión?
O de la implosión, porque morimos un poco por dentro, muere nuestra confianza, muere una parte del otro que tanto quisimos.
Y nuestra cobardía que nos impide decir NO a lo que no queremos se ríe a carcajadas en la oscuridad de nuestra pena.
Tal vez por buscar ser aceptado, querido, por no saber estar solos, por miedo a que nos descubran tal cual somos en realidad seguimos jugando con la máscara puesta que termina quemando nuestra más pura esencia.
Y cuando mirás atrás, luego de tanto tiempo pateando un problema pensando que se va a solucionar solo. Te das cuenta que nadie lo va a solucionar, que tenés que enfrentarlo, vos solo, ahora, y que es más grande que nunca.
Sí, todo vuelve.
Esto que escribí… es algo que “volvió”…
