Tan ciegos, que solo vemos con los ojos
Ver con la mente...
Ver con el corazón...
Estamos acostumbrados. Nos enseñaron, tanto en la escuela, como en los medios de comunicación, que los resultados SIEMPRE tienen que ser visibles a los ojos, y ESO, es un pasaje directo a la infelicidad.
"Ver para creer" nos dijeron.
Las verdaderas oportunidades, los grandes negocios, una vida planificada, grandes metas; se ven con la mente.
Las demostraciones de vida, la calidez, la humildad, el amor, la tolerancia, la magnificencia de la vida en cada rincón de nuestro planeta, se ve con el corazón.
El sentido de pertenencia a algo más grande, la fe en el TODO, la gratitud por simplemente SER, se ve con el alma.